Esta terapia se basa en la utilización de campos magnéticos superiores a 1.000 gauss procedentes de imanes de neodimio, que colocados en puntos específicos del cuerpo crean una corriente magnética interna capaz de equilibrar el pH del organismo, ayudando de esta forma al cuerpo a la eliminación de virus, bacterias, hongos y parásitos que son el 80% de los orígenes de las enfermedades del ser humano en la actualidad.
También el Biomagnetismo tiene la capacidad de activar los circuitos energéticos del organismo para ayudar a regenerar órganos y sistemas corporales. Con este mismo sistema es posible ayudar en contracturas y lesiones musculares así como desgastes y degeneración de articulaciones.
En el apartado emocional el Biomagnetismo ayuda a liberar las grabaciones emocionales negativas situadas en distintos puntos del cuerpo que normalmente son el origen de la mayoría de síntomas de depresión y ansiedad, que a su vez, si no se solucionan, pueden crear enfermedades, dolores y síntomas de mala salud.